miércoles, 9 de junio de 2010

Historias Unilaterales

Nada es verdaderamente felicidad si no se comparte con otro,
nada es verdadera tristeza si no se sufre en verdadera soledad
(no tengo la más pálida idea de quién es)



Si, viví historias unilaterales de las que me costó tanto reponerme como de las que tenían dos puntas activas.
En las no historias, uno tiene tantos recuerdos de cosas que hubieran estado buenas, que da lo mismo si pasaron o no. Duelen y punto, no se cuestiona mi dolor. No es él, no soy yo, son mis ganas de haberlo encontrado. Son situaciones independientes a la cara en cuestión. Son recuerdos actuados por un cuerpo sin cara definida. Ni siquiera tiene importancia si el tipo es o no es, se activan ante la posible oportunidad de ser finalmente correspondida. Son los no recuerdos -deseos- que definen un futuro quién o un futuro cómo.

Y claro, cuando el otro no cabe en los zapatos de Prince Charming, advienen los reproches a ese ideal de un otro para uno. Son reproches de su no actividad, de su ausencia o mismo hacia la propia falta de criterio de búsqueda. Hubiera estado bueno que me pasaras a buscar por el laburo y camináramos riéndonos por corrientes a la noche. Hubiera estado bueno que nos fuéramos a la costa y estuviéramos acurrucados un fin de semana entero, escuchándonos respirar mientras dormimos. Hubiera estado bueno un sábado tirados en el pasto tomando mate y charlando. Hubiera estado buena la cerveza del viernes pasado. Hubiera estado bueno que estuviera bueno.

Pero la mente a veces va tan rápido, que uno ni siquiera llega a procesar si ése otro es quien debería ocupar ése lugar. ¿Cuántas veces le reprochamos a alguien no ser lo que quisimos que fuera? ¡Qué exigencia! Es decir, conocemos a alguien, nos cae simpático y, luego, indefectiblemente le exigimos que entre en ése molde hecho a medida. Qué locura.

Y después, claro, de repente tomando mate con un amigo y contándole nuestra desgracia, nos damos cuenta  que lo vimos tres veces, pero que para nosotros, paso un año y medio de intenso noviazgo. Vemos cuán incompatible era y, finalmente, dejamos de mentirnos sacando de la galera todos los contra que deberíamos haber afrontado antes, que escondimos para hacernos los que ganamos el juego de encontrar al escondido. ¿Será que el juego infantil de la escondida, nos inicia en la eterna búsqueda y re-búsqueda del amor?

Ahora, cuando ni siquiera el amor es imaginario, estoy en paz. Ahora, cuando todavía tengo autonomía en mis pensamientos, estoy tranquila. Ahora, cuando no miro el celular más que una o dos veces al día, me mantengo en calma  y la ansiedad es casi nula. Ahora, cuando podría estar del lado de los que te dan consejos haciéndose los que nunca liman de más, me río y me enternezco de mi eterna princesa que, sí, es exigente y no le importa nada, porque sabe que, en algún momento y por tal vez muchos instantes, vuelva a encontrarse con un otro, real, que haga valer cada uno de los encuentros. Mientras tanto, caigo en la trilladez de decir que mejor sola que mal acompañada. Mejor sola que mal humorada y sin posibilidad alguna de paciencia por la ansiedad que me genera salir con X, por no ver una película sola. Mejor sola.

11 comentarios:

V. dijo...

historias unilaterales... re típico de las mujeres!

Lola dijo...

una vez un chico me dijo: el problema son las expectativas, y es ciertooo! si difrutaramos mas del presente sin pensar en el futuro seria todo mas facil!

Anónimo dijo...

el problema, lola, es que tampoco hay presente. todo lo que existe es pasado. este mismo comentario será viejo dentro de milésimas de segundo. muy buen post, coni. tantas relaciones unilaterales. tantos deseos que parecían compartidos pero no. de paso fijate que la palabra nosotros esta mal escrita. y muy lindo el post de las acciones puras, el de abajo. aprendí mucho leyendo eso. beso grande y fuerza con el blog.
luis gruss.

hormiga dijo...

Violette: y de los hombres! Solo que en vez de hablar de kate y los niños, hablan de fulbo y disimulan!

Lola: Se puede? O es tan utópico hablar de disfrutar del presente, como del amor de la vida y como de felicidad?

Luis: Si, la palabra nosotros es la forma más eficaz de mi inconsciente de no hacerse cargo de lo que está diciendo! =) Muchas gracias, Luis!

agusteeeeena dijo...

muy bueno, me siento tan identificada , siempre como dice mi madre " veo pecesitos de colores donde no los hay" jajaja ojala algun dia aprenda a no hacerlo MAS!.
Excelente!!!!!!!!!!!!!

Hugo dijo...

Nada es verdaderamente felicidad si no se comparte con otro,
nada es verdadera tristeza si no se sufre en verdadera soledad.


Me encantó, es la pura verdad...

Sobre el "hubiera estado bueno" creo que es imposible no pensar de esa forma en esas situaciones. Pero por suerte, al fin nos damos cuenta de que el tiempo no vuelve y lo mejor es dejar de sufrir por cosas que ya quedaron atrás.

Cosas a las cuales es mejor enterrarlas antes que nos impidan disfrutar el presente.

Saludos!

Inolvidable dijo...

hola..estoy escribiendo un nuevo blog...me parece que fue una vivencia unilateral...seguire con esto hasta el final de esta historia que para mi fue muy bonito...no se si para ella ?

Inolvidable dijo...

hola..estoy escribiendo un nuevo blog...me parece que fue una vivencia unilateral...seguire con esto hasta el final de esta historia que para mi fue muy bonito...no se si para ella ?

Jazmin dijo...

No quiero que suene a consuelo de tontos, pero esa trilladez a la que te referís es uno de los axiomas que las mujeres deberíamos tomar con mayor seriedad.
Sin embargo, mientras crecemos, nos vamos rompiendo la cabeza conjuntamente con las burbujas que nos creamos.

Otra de perogrullo, pero es creer o reventar, es la noción de que si uno está bien con uno mismo, eso se refleja hacia afuera.
Como si hubiera un brillo alrededor que se ve, que se intuye, que se huele. Y ahí, está el milagrito por ocurrir en cualquier momento.

Hernán dijo...

Historias unilaterales, ensoñaciones... una vía de escape del cerebro para lograr lo que quiere y no obtiene.

Freud la definió como uno de los tantos métodos de evasión del cerebro cuando la realidad no es todo lo que querríamos que fuera.

Dudo que se pueda evitar, pero se puede intentar contemplarla en perspectiva y saber que dificilmente la otra persona sea todo lo que soñamos, pero si eso que és aún nos hace felices...

Más o menos lo que decía tu post jajaj

Mar dijo...

Un sueño de ilusiones y realidades creadas por una misma.
Espectativas que reducen la felicidad, y ganas de encontrar aquello que cierre nuestros pensamientos y que entre a la fuerza en nuestro molde.
Muy buen post Hormiga!