viernes, 29 de octubre de 2010

Reality Show

¿Que es realidad y qué no? Incluso cuando creemos estar despiertos... que hay de todo lo que percibimos sobre lo que vemos? de todo lo que sentimos en función de como percibimos lo que vemos? de donde sale y donde queda todo eso que uno siente y resiente basados en nuestra interpretación sobre las intenciones de cada uno de los participantes? Como si fuéramos narradores omniscientes de lo que vivimos. No es necesario justificar nuestras fuentes para pensar y enjuiciar según lo que creemos que sabemos, lo percibimos  o actuamos como si estuviéramos seguros de estarlo. Igual, nos condiciona. Estemos errados o no, hay algo intangible que se adueña de nuestra mente por unos instantes, qué es eso? hay veces que lo que sentimos se siente en el cuerpo. Y el cuerpo reacciona, y la mente se agota. Vivimos estresados por no saber vivir. Por no entender que lo que hasta hoy creímos vida, no era vida. Era sumisión a la profecía de auto cumplimiento global. Todo se va al carajo. Obvio, responsabilizar únicamente al destino, nos lleva a eso. Tenemos responsabilidad. Hagamos algo. Dejemos de buscar un líder ideal, de esperar al mesías, y demonos cuenta que hay mucha gente que no come. ¿Cómo podemos ayudar al mundo? ¿Cómo podemos hacer para sin guerra entender que el mundo ya no debe seguir como viene? Tenemos que ver más que nuestra propia persona. solo hace falta que nos despertemos. Que se nos retuerza el estomago cada vez que hagamos de cuenta que nos olvidemos que vemos. Que ellos, a quienes culpamos, nos lo harían si tuviéramos palabra. Son un reflejo de lo que les permitimos que sean. Y nosotros deberíamos dejar de ser el reflejo de lo que se nos permite. 

sábado, 9 de octubre de 2010

¿Cuán sincera soy al escribir en mi blog?



La verdad no me lo planteo nunca porque siempre creo que escribo realmente lo que siento... ¿pero no hay facetas de mí que esconda? Y ahí me puse a pensar y me dí cuenta que dejarse limitar por una voz externa -por más que suene al libro de verdades de Cris Morena, o a frase de calendario en tarjeta que se vende en el subte- es realmente estúpido y frío conmigo. Porque lo peor es que, en el fondo, la voz que escucho no es sino mi interpretación sobre mi percepción de una no realidad, de algo que no es mi realidad, pero tal vez lo fue, o así lo viví. ¿Quién es ese otro? ¿A quienes corresponden esas voces? ¿Quién me dibujó? En el fondo, no somos más que animalitos indefensos, vulnerables y de mente muy frágil en busca de amor que nos haga de cuevita, que nos proteja, incluso, de nosotros mismos. Porque muchas veces no podemos cuidar nuestro propio cuerpo.

Hay que sentirse cómodo en uno. Hay que bancar cada uno de nuestros alter ego: la pacifica, la histérica, la neurótica, la insensible, la llorona, la celosa, la controvertida, la que baila y la que sostiene ropa en los boliches. Soy la que sale a caminar, la que quisiera tener más tiempo para poder volver a salir a correr. Sentarme en el lago. También soy la que lee compulsivamente o no lee durante meses, pero sigue comprando libros porque los ama, pero los va apilando en su escritorio, a modo de sombra. Hasta que un día dejan de ser sombras y se convierten en ventanas con aventuras y me sumerjo en todas y leo compulsivamente. El resto, es cíclico.

También soy la que dibuja compulsivamente en todos lados, en la facultad, en el bondi, en el subte, en el laburo, en la casa de un amigo, donde sea que tenga ganas de pintar - que en esas épocas es casi todo el tiempo- y les escribo pensamientos míos o de otros a los que admire.

Música es raro que no esté escuchando. Solo cuando duermo no escucho música. Ahora le cambié las cuerdas a la guitarra y toco, cuando me place, pero siempre tengo ganas de tener más ganas como para tocar y cantar. Me critico a mi misma por eso, me digo que soy vaga.

Me gustaría empezar a estudiar cine y para eso tengo que ver películas que no estoy viendo, y eso me da un poco de fiaca. No me quiero colgar. Después me voy a arrepentir.

Sueño, sueño constantemente con revoluciones sociales de paz, cambios genuinos, compromiso. Sueño con comprometerme mucho más socialmente. Me da dolor de estómago pensar en la gran injusticia que es el mundo para la mayor parte de la población del planeta. Si tan solo nos diéramos el lugar de ponernos en contacto, la vida tendría otro ritmo.

No voy a releer, publicar entrada.

jueves, 7 de octubre de 2010

Si lo ves, no podes seguir así.




Aunque todas las películas reflejan, a su modo, aspectos sociales, algunas son específicamente escritas y producidas con un fin, una meta, un mensaje particular, como un repique de campana. Despertemos, estamos en problemas. Lejos, cerca, algunos, pocos, muchos, desigualdad, injusticia.

No deberíamos necesitar una película que nos dijera que hay gente que se muere de hambre. No deberíamos necesitar un documental que hable sobre como Nike explota niños a partir de los cuatro años siendo una multinacional que, con lo que invierte en publicidad al año, podría pagarle el sueldo a todos sus empleados y evitar la explotación infantil. Pero nos gusta, nos gustan los slogans como "just do it". Avalamos la impunidad.

Estamos fanatizados por McDonalds, una compañía que tiene denuncias a lo largo y ancho del globo por abuso y explotación de sus trabajadores, por venta y apología de una dieta llamada "comida chatarra" que causa cáncer, enfermedades de corazón, diabetes y artritis, según expertos. Pero a Ronald ésto le parece poco, además, utiliza numerosos recursos naturales para la producción de las montañas de basura en las que terminan sus envoltorios de papel, cartón y plástico.

Si hablamos de recursos naturales, con el solo focalizarnos en la tala indiscriminada de árboles, ya deberíamos tomar conciencia de que estamos destruyendo nuestra selvas tropicales a un ritmo del 1.8% anual, es decir, 16 km2 a la hora colaborando directamente con el calentamiento global del planeta y con el efecto invernadero. Principalmente en Brasil, Zaire, Indonesia, Perú, Méjico, Canadá, India, Nigeria. La madera tropical se usa para todo: desde mesas y ataúdes hasta para hacer escarba dientes, papel higiénico, carilinas. Somos nosotros, los consumidores finales, los que tenemos que tomar conciencia. Y, al menos, moderar el uso. No necesitamos que la pasta de dientes ademas de venir en un envoltorio de plástico, venga en una caja de cartón que a su vez está plastificada y tiene numerosos colorantes para hacer del producto algo atractivo, para que el ser humano, superfluo, compre.

Y lo peor, lo peor de todo, es que ni siquiera somos felices en un mundo tan descuidado. Por que el problema no es el planeta, el problema somos nosotros, nuestras mentes adormecidas. No nos hacemos responsables.  Estamos a la espera de un líder, de un buen hombre, incluso de Jesús. Nos tenemos tanta confianza que pensamos que el advenimiento de una persona puede cambiar las cosas. Todos seríamos líderes si quisiéramos asumir esa responsabilidad. ¿Porqué no nos despertamos uno a uno y nos agarramos de las manos para luchar por un cambio? No necesitamos una guerra, necesitamos dejar de pelear. Necesitamos vernos, saber que hay más personas que nosotras. Necesitamos dejar de poder dormir en paz sabiendo que la mitad del planeta no come.

Perseguimos una felicidad basada en la destrucción de nuestra casa y en la compra de objetos materiales. Hay personas que sólo son felices comprándose cosas nuevas. Hay personas que se la pasan el día comprando sin conciencia y, la mayoría de las veces, sin necesidad. Pero no importa, porque la regla básica del sistema es chuparnos la sangre entre nosotros, así se nos impide que reaccionemos.

Ni siquiera tenemos tiempo libre para disfrutar. La felicidad y el goce son inalcanzables para la mayor parte de la población mundial porque el sistema se la robó. Se robó la libertad y, con la libertad, el tiempo de cada uno de poder mirar para adentro y conectarnos, de poder permitirnos cuestionar lo que vemos, lo que hacemos, lo que decimos, nuestra propia coherencia.

Lo que importa no es quien inventó la pistola, sino quien aprieta el gatillo. No nos podemos hacer los distraídos para siempre.


ALL WE NEED IS LOVE.