miércoles, 10 de noviembre de 2010

Aquella solitaria vaca.

"Nosotros no dejamos el cuerpo, es el cuerpo quien nos deja. Eso es la muerte. Cuando tu dejas al cuerpo, eso es meditación". (Sri Sri Ravi Shankar)



Nunca me había puesto a pensar tan gráficamente a la muerte. Siempre imaginaba que moría, mi cuerpo se hacía polvo y yo me unía a una energía global de la que me separé al nacer. Mamá dice que cuando tenía más o menos 5 años hablaba de la reencarnación. Decía que "al morir, nos íbamos al cielo para que nos arreglasen, para luego volver a estar listos para salir y meternos en otro cuerpo".


Como el aire que entra en un globo y al desinflarse, entra en otro, y en otro. Los globos son como nuestro cuerpo, aguantan hasta que ya no tienen fuerza y pierden la compostura y la vitalidad. Lo increíble es que, mientras tenemos esta relación utilitaria con nuestro envase, no somos capaces de ponernos a pensar en el combustible que utilizamos para mover toda esa maquinaria.

Nos metemos sangre de otros animales a los que maltratamos hasta asesinarlos, nos metemos muerte en el cuerpo y con esa comida, afrontamos la vida diaria. Digiriendo la muerte de otros, muerte que avalamos 'inconscientemente' o bien conscientes de no cuestionarlo.

Yo quiero limpiar mi cuerpo de todo lo que la sociedad me enseñó como 'normal' y 'bueno'. No quiero formar parte de situaciones que no me describen. No quiero ver más gente borracha en un boliche, no quiero ver más gente drogada ilegal o legalmente, no quiero ver más gente dando cátedras de convivencia cuando se espantan porque en china metan gatos en un jarrón, cuando ellos se meten animales en el estómago, despues de haberlos aniquilado y masticado. No quiero escuchar más gente que se horroriza por los rituales de sacrificios humanos de otras culturas, cuando se hace culto a la muerte en cada asado.

Yo no soy argentina, soy del mundo y no me cabe el asado. Me cabe el encuentro, el compartir una comida. Lo demás, forma parte de todas las incoherencias en base a las que vivimos sin cuestionar.

5 comentarios:

mori dijo...

Que hermosa frase sobre la muerte. y Muy linda reflexion! Besos

Hugo dijo...

Está muy bien que seas consecuente con lo que pensás.

Ser vegetariano es una elección, yo no la tomé pero respeto a quienes consideran ir contra la naturaleza y espero el mismo respeto de ellos hacia mi.

Saludos...

hormiga dijo...

Mori: viste? Hermosa y simple.

Hugo: Yo creo que ir en contra de la naturaleza es suicidarse. Lo demás, es solo una cuestión de visión. No te sientas atacado, es sólo lo que pienso hoy, de cuando era carnívora. Si salimos a cenar y pedís carne, no te voy a quemar la cabeza. Pero en mi blog, puedo manifestarme tranquila. Este no es un blog que apuntala a nadie, es un blog que habla de mí, de mi manera de percibir el mundo y de mis ganas de que todos (personas + animales + naturaleza) vivamos en armonía. Te mando un beso enorme. Coni.

L! dijo...

Hola! ame este post! soy vegetariana hace años, y no habia pensado de esta manera las cosas. Me gusta mucho el cristal por donde ves la vida, me haces acordar mucho a mí, y en estos días, es bueno saber que por ahi hay alguien que busca algo mas que solo caminar por este mundo!...

besos!

hormiga dijo...

=)