lunes, 8 de noviembre de 2010

Love is knowing we can be.

"Cambia su alma por un juguete mecánico, 
ha hecho un trueque del ser por el parecer,
de la grandeza por la función social".
(Ch. Boudouin)

 
En sus orígenes, la palabra persona designaba la mascara que llevaban los actores en el teatro antiguao y en las fiestas totémicas. Indicaba el papel que interpretaba cada uno y permitía resonar la voz, de ahí el nombre: per sonare (resonar a través de).

Jung dijo: "Puede decirse sin demasiada exageración que la persona no es lo que uno es en realidad, sino lo que él mismo y ls demás piensan de él". Es decir que la persona no tiene nada de real porque resulta de una especie de compromiso entre el individuo y la sociedad. Se tiene un nombre, se adquiere un título, se asume un cargo, se es nombrado para un puesto determinado y uno encarna todo esto. 
 
En su libro El universo secreto de los sueños, Pierre Fluchaire afirma que "aquellos en los que la persona está mal adaptada a su verdadera naturaleza, tienen un comportamiento desmañado, porque se sienten mal en su papel y mal consigo mismo: por ejemplo, los desafortunados a los que nada les sabe bien. Su persona no es más que una simple apariencia y tiene muy poca relación con la realidad que existe en él. Pero el acaba por creerse el juego y se identifica con la persona, y se lo cree tanto, que la verdadera naturaleza poco a poco desaparece, se aniquila".

El problema de no poder estar en silencio con uno mismo es que la cabeza se llena de ruidos que no nos describen. Y esa no es nuestra naturaleza. Nuestra naturaleza es la naturaleza misma, el silencio, la armonía, el control, el constante cambio, el equilibrio. Todo lo demás forma parte del mundo que armamos para evadir los ruidos e imágenes que proyecta nuestra mente cuando estamos en silencio. Miedo a nosotros mismos. 

Necesité de mucho tiempo en soledad para entender cómo tratarme. Necesité miles de hojas para dibujar lo que no podía poner en palabras. Necesité usar mis cuerdas vocales para cantar lo que otros habían entendido mejor que yo. Necesite miles de cuadernos para hacer un mapa de sitio de como iba entendiendo mi mente y la forma en la que percibía el mundo. Recién cuando empecé a vivir en comunidad conmigo, cuando pude ver que yo misma era una persona a la que debía respetar, proteger, cuidar y mimar, pude ver que había un otro. Un otro distinto, con otros lentes, un otro desesperante y aterrador. 

Pero no es sino a través de la interacción con el otro, que descubro a diario quién soy y quién quiero ser. Al menos en contraposición. Mirar para adentro y ver que hay sombra, que hay hechos que al recordarlos aún hoy nos hacen cerrar los ojos, abrazar esos secretos, abrir las puertas y hacerlos verbo: comprendernos. 

"En ningún caso, bajo ningún aspecto, vale la pena seguir siendo un extranjero para uno mismo".





3 comentarios:

Florence. dijo...

"Necesité usar mis cuerdas vocales para cantar lo que otros habían entendido mejor que yo."

Cómo me identifico con esto, admiro lo que escribís, la forma en que lo haces..
Te felicito de verdad, es como si una estuviera recibiendo consejos a través de estos escritos.

Buena semana para vos :)

Sarah dijo...

A mi parecer.. no nos damos cuenta y somos todos iguales, somos todos la misma "cosa" por no decir otras palabras.. eso de decir que uno es aquello y otro otra cosa y que unos son mas y otros son menos, no es nada.. necesito hacer un ensayo al respecto (!)

Me encanta como escribis.. escribis MUY bien :)

Lola dijo...

no hay nada mas triste q mentirse a uno mismo, q no conocerse, q no soportar estar solo.